La añoranza de la realidad

Justine, la melancólica, busca el dolor y el drama. “Añora algo que realmente tenga valor, y eso implica sufrir. Es nuestra forma de pensar. La melancolía nos parece más sincera. Preferimos la música, las artes plásticas con un toque melancólico. La melancolía en sí se convierte en valor. El amor infeliz y no correspondido es más romántico que el amor compartido, porque este último no nos parece del todo real, ¿verdad?”

Pero ¿por qué añora el melancólico un naufragio y la muerte repentina?
“Simplemente porque es verdad. La añoranza es real. Puede que no exista una verdad que añorar, pero la añoranza en sí es real. Está dentro de nosotros, es parte de la realidad”.

¿Qué sensación le causa la posibilidad de que el mundo se acabe?
“Si pudiera ser cosa de un instante, la idea me atrae. Ya lo dice Justine: “La vida es malvada, ¿verdad?” La vida es una idea maléfica. Puede que Dios se lo haya pasado bien durante la creación, pero no pensó bastante”. El director se ríe.
“Si el mundo se acabara y todo el sufrimiento y la añoranza desapareciesen en un santiamén, puede que yo mismo pulsara el botón. Habrá muchos que digan: “Vaya, ¿y qué pasa con todas las vidas que no se vivirán?” Pero me sigue pareciendo algo malévolo”.

¿Qué abunda más en la vida, la tristeza o la alegría?
“La tristeza, ¡maldita sea! Es obvio. Puede que me diga, ¿y el orgasmo? Vale, muy bien. Pero los orgasmos, los Ferrari y otros placeres no tienen mucho peso si los comparamos a la muerte y a los sufrimientos. Y hay mucho más sufrimiento que placer. Además, cuando se disfruta de un día de primavera, también eso es un tipo de melancolía”.
           
La boda es el último intento de Justine para entrar en la vida en vez de quedarse fuera por añoranza. “Por eso quiere casarse”, dice Lars von Trier. “Piensa que si se obliga a pasar por los rituales, quizá saque algo en concreto. Para salir de una depresión hay que seguir ciertos rituales: paseos de cinco minutos, por ejemplo. Al repetirlo una y otra vez, el ritual adquiere un significado”.

Ya conoce el dicho: Finja hasta conseguirlo.
“Es exactamente lo que intenta hacer, pero sus añoranzas pueden con ella. Su necesidad de verdad es colosal. Creo que es algo que tenemos todos los melancólicos, requerimos la verdad”.

¿La añoranza es el rasgo más preeminente de MELANCOLÍA?
“Me gusta cómo suenan esas palabras. No hay nada tan emocional como una añoranza melancólica, creo. Evoca la imagen de lobos aullando a la luna”.

¿Qué significa el aullido de los lobos, “ven a por mí”?
“Sí, porque debe haber algún lugar para mí”. Ríe con ganas. “Por eso mismo Justine aúlla al planeta: ven a por mí. Y así es, la devora. No es una simple colisión entre dos planetas, MELANCOLÍA devora a la Tierra”.

¿Añora ser devorada?
"Sí”. Y añade, riendo: “Por eso es un final feliz”.

 (Nils Thorsen, autor de The Genius – Lars von Trier’s Life, Films and Phobias (El genio – Vida, películas y fobias de Lars von Trier), 

No hay comentarios:

Publicar un comentario